18 dic 2011

A mí llorar me parece algo tan grande.. tan importante. Soy de llorar mucho, por todo, por lo más mínimo, o por lo más doloroso. Sostengo firme mi postura de que hay que llorar todo ese dolor, toda la tristeza, llorar las tragedias. Llorar todo el dolor, sacarlo, porque ocupa el lugar de la alegría. Cuando llorás no sólo llorás el dolor, también llorás el odio, el resentimiento, la frustración y te vaciás de todo eso. Cuando llorás, regás. Cada lágrima trae una enseñanza, cada lágrima es una parte tuya que muere, cada lágrima es algo tuyo que quiere renacer. Una vez que lo hayas llorado todo, toda la tristeza, la soledad, es ahí cuando vas a entender que solamente las cosas son como son. Las cosas son como son: lindas, duras, inexplicables, complicadas, hay de todo en la vida, obstáculos, sin sabores. Llorá mucho, pero llorá las tristezas, nunca las alegrías. A las alegrías se les sonrie.

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